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1/mayo/1995 |
Marcha por Los Arribes | ||
Veinte túneles, 12 puentes y un paisaje maravilloso, principales alicientes de este recorridoMás de 200 personas recorrieron la ruta del ferrocarril de La Fregeneda Esta primera edición pretende dar a conocer el atractivo turístico de la zona |
Más de 20.000 operarios trabajaron para construir la línea férrea que se inauguró en 1887. |
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Isidro L. SERRANO Alrededor de 120 personas dentro de la marcha organizada por la Asociación Cultural Vega Terrón, y otro centenar por libre, participaron ayer en la 1ª Marcha por los Túneles y Puentes del ferrocarril de La Fregeneda. Entre los inscritos a la marcha se encontraban aficionados al senderismo de provincias como Madrid, Zamora, Valladolid, e incluso algunos extranjeros. A lo largo de algo menos de 20 kilómetros de vía férrea y atravesando 20 túneles y 12 puentes, los participantes pudieron disfrutar de un paisaje impresionante y descubrir una de las más importantes rutas del pasado siglo en Salamanca, la línea entre Fuente de San Esteban y Barca de Alba, en el tramo que mayor belleza natural encierra, el comprendido entre la antigua estación de La Fregeneda y el muelle de Vega Terrón. Alrededor de las 10 de la mañana iniciaron la marcha los primeros grupos. Los que acudieron a la llamada de la asociación cultural de la localidad, en grupos de treinta personas acompañados por un guía, los que iban por libre, en muchos casos familias enteras, guiándose simplemente por el transcurrir de la vía. El escenario elegido para el arranque de esta «aventura» fue la estación de La Fregeneda, actualmente destrozada, pero cuyas numerosas construcciones delatan su antigua condición de importante enclave ferroviario fronterizo. La marcha se inició en dirección sur y poco después de comprobar lo pesado que iba a ser caminar 20 kilómetros sobre las traviesas de la vía, apareció la primera gran sorpresa, el primer túnel, el más largo de todos con 1.700 metros de longitud.
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La perfecta línea recta que dibuja bajo la carretera de Salamanca a La Fregeneda permite ver su final, que al principio no es más que un punto de luz que va creciendo a medida que se recorren más y más metros con la sensación de que nunca se va a llegar al final. Además, por el camino se encuentran nuevas sorpresas como las goteras y, por supuesto, los murciélagos, aunque estos son los protagonistas principales de otro de los túneles. |
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La antigua estación de La Fregeneda, punto de partida. |
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Los primeros en llegar después de más de cuatro horas de marcha |
A través de puentes y túneles se puede contemplar un paisaje maravilloso |
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Paisaje Cuando por fin se logra alcanzar esta primera meta, la imagen que se percibe en el exterior es simplemente maravillosa al encontrarnos en un paisaje, abrupto e inundado de vegetación, casi salvaje. Sin que la belleza natural nos abandone en ningún momento, al llegar al tercer túnel, surgen los primeros miedos y aspavientos. El olor es bastante fétido y en pocos pasos nos damos cuenta que estamos caminando sobre una alfombra de excrementos de murciélago, practicamente nadie se atrevía a mirar hacia arriba, pero era igual porque estos extraños mamíferos estaban ya por todas partes. Al salir, un nuevo espectáculo sobrecogedor y los primeros puentes. Mención especial merece el puente del Poyo Rubio o el del Poyo Valiente, junto a impresionantes túneles excavados en los mismos riscos. A medida que se acerca la esperada hora del avituallamiento ofrecido por la organización el paisaje se hace más suave. Tras cruzar el puente del Arroyo Lugar, el más alto de todos con 60 metros, los participantes repusieron fuerzas antes de iniciar el último tramo de la marcha hasta Vega Terrón. Cada vez se intuía más próximo el encuentro con el Águeda que se cruza por primera vez en el puente de Las Almas, desde el que ya se divisa Vega Terrón y su nuevo muelle fluvial. A pesar del cansancio y la dureza de caminar sobre piedras y traviesas, el paso se acelera en este último tramo para llegar al túnel número 20, donde un, estratégicamente colocado, chiringuito sirvió para calmar la sed de los caminantes. Historia y anécdotas La línea férrea entre La Fuente de San Esteban y Barca d'Alva fue inaugurada el 8 de diciembre de 1887, y en su primer viaje, hizo el recorrido la reina Victoria. Se estima que en la obra, que tardó 12 años en acabarse, trabajaron más de 20.000 abreros, entre técnicos y peones. Los principales artífices de esta obra, considerada una de las más importantes del siglo XIX en nuestro país, fueron un ingeniero ruso y otro polaco. Se cuenta que en el transcurso de la obra dieron en quiebra once empresas dado el alto coste que supuso la construcción de la línea. La estación de La Fregeneda tuvo gran importancia en su época y contó con dependencias para aduana y para la Guardia Civil. Este proyecto también tiene su historia negra, como lo constituye el hecho de que durante la construcción del primero de los túneles, el más largo, una gran tormenta provocó la muerte de 60 trabajadores cuando estaba a punto de concluirse. También se cuenta que en el túnel número once del recorrido de ayer se mataron dos personas que discutían por una moneda. Principal motor de expansión de La Fregeneda La línea férrea se cerró definitivamente hace 14 años y actualmente, aunque su estado general es bastante bueno, algunos tramos y puentes están muy deteriorados. Este ferrocarril fronterizofue uno de los principales motores de la expansión de La Fregeneda, cuyos habitantes más veteranos recuerdan los tiempos en que se transportaban a través de él gran parte de los materiales que sirvieron para construir las presas portuguesas, o salían barcas con trigo desde Vega Terrón y reinaba un gran ambiente de confraternización con los vecinos portugueses. Además de la marcha, también había organizada una acampada en La Fregeneda y por la noche se celebró un gran concierto en el que participaron cinco grupos salmantinos. Durante la marcha los aficionados a la fotografía pudieron realizar impresionantes tomas que podrán participar en un concurso organizado por la Asociación Cultural. |
Veinte kilómetros sobre piedras y traviesas se dejan sentir en los pies al final del recorrido. |
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A la salida de los túneles, grata sorpresa para los excursionistas.
Y en la salida del último túnel, el esperado refrigerio. |
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